El masaje, además de proporcionar una gran relajación y bienestar a la persona que lo recibe, es la manera más eficaz de experimentar los beneficios de la aromaterapia. De alguna manera, podemos decir que el masaje es una extensión de nuestro sentido tacto. Todos hemos nos masajeado alguna vez de forma instintiva un músculo tenso o dolorido para aliviarlo. Del mismo modo, cuando estamos con alguien que sufre lo tocamos y abrazamos de forma insintiva para aliviar su sufrimiento.