Frutos de Karité
La manteca de Karité (Butyrospermum parkii) se extrae de las nueces que produce el árbol de Karité, presente en países como Burkina Faso, Costa de Marfil, Mali y Sudán. La palabra Karité significa “árbol de mantequilla”, ya que la grasa vegetal que se extrae del fruto tiene una textura muy rica y untuosa. Los frutos del árbol son recogidos únicamente por mujeres, quienes se benefician del comercio de la manteca de Karité. Los frutos se dejan secar, se pelan, se prensan y finalmente se hierven y trituran hasta obtener la manteca.
Cómo usar la manteca de Karité
Al igual que el aceite de argán, el Karité es un cosmético natural "multiusos" que podemos incluir en nuestra rutina diaria de belleza. A pesar de su textura untuosa no produce granitos ni tapa los poros, si tienes la piel grasa con tendencia acnéica puedes usarlo con toda tranquilidad.
Puedes aplicar la manteca de Karité directamente sobre la piel de la cara y el cuerpo fundiéndola mientras la aplicas, o bien derretirla primero en la palma de la mano para esparcirla más fácilmente, hasta que tenga una textura aceitosa. Hay que extender bien la manteca hasta que la piel la absorba y quede con una textura suave y aterciopelada.
Truco: si mezclas Karité con un aceite vegetal, como el aceite de argán, su textura queda muy fluida y te costará menos esparcirlo por el cuerpo y el cabello.
Si notas que la piel queda demasiado grasa prueba primero con pequeñas cantidades hasta obtener el grado de hidratación que deseas. Si te resulta demasiado untuosa para la cara puedes aplicarla como contorno de ojos, ya que proporciona un potente efecto efecto antiedad y tiene un acción calmante.
Es ideal usarla como bálsamo labial, ya que repara, nutre y protege los labios a la vez que deja un bonito brillo. También es muy recomendable aplicarlo en zonas con tendencia a agrietarse, como codos, rodillas, pies y manos: ¡la sensación de confort que deja es inmediata!
Al ser muy hidratante y emoliente es un buen tratamiento para las uñas, ya que las fortalece, ablanda las cutículas y repara las pieles muertas. Aplicando una pequeña cantidad de Karité encima de las uñas cuando te hagas la manicura, dejándola actuar unos minutos, notarás cómo mejora visiblemente el aspecto de tus uñas.
Puedes usuarlo también como mascarilla del pelo. Derrite primero la manteca en la mano. Aplica la manteca en el cuero cabelludo, cabello y las puntas. Déjala actuar unos 20 minutos (puedes ponerte un gorro de ducha para recoger el cabello). A continuación lávate bien el pelo, hasta que notes que no quedan restos de Karité. ¡Notarás una suavidad y un brillo en el pelo increíbles!
Por precaución, conviene saber que el Karité contiene una proporción mínima de látex natural. En caso de que tengas alergia al látex recomendable que pruebes primero el producto en una zona pequeña de la piel para comprobar si te produce algún tipo reacción.
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